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Estupidez cósmica: El "cinturón de fotones"
Escrito por Germán Buela
28.04.2005
Estupidez cósmica: El "cinturón de fotones"
Introducción
En
esta oportunidad nos ocupamos del Cinturón de Fotones, un tema
pseudocientífico que cuenta con difusores de información-basura que lo
mantienen en circulación. Vamos a echarle una mirada crítica. Prometo:
no pasará inadvertido lo burdo de este invento.
Antes de entrar de lleno, un poco de contexto: El origen de la leyenda,
que puede ser fácilmente rastreado en Internet, tuvo lugar en Australia
cuando se publicó la historia en la revista de una organización
dedicada al estudio de OVNIs en 1981. En 1991 se volvió a publicar el
artículo en la revista Nexus. Debido a que la historia anunciaba el
"gran evento" para 1992 (año en que no ocurrió nada de lo predicho), el
movimiento New Age se hizo gran eco del asunto, que aparte tiene un
gran contenido de índole "espiritual". Ante el fiasco de la predicción
incumplida, algunas fuentes actualmente sitúan al evento en 2011.
En la Asociación Argentina Amigos de la Astronomía, donde suelo
reunirme con otros aficionados a la astronomía, un día alguien tenía
una versión impresa del artículo, que pasó de mano en mano. No puedo
comentar la opinión que le mereció a la gente conocedora de esta
ciencia, porque más que opiniones hubo carcajadas.
Utilizaremos como base la versión publicada en el sitio chileno Exploradores Galácticos
(sección "Reportajes"). Una breve mirada al contenido del sitio
(Nostradamus, Triángulo de las Bermudas, extraterrestres, nociones New
Age) basta para comprender el criterio para la selección de sus
artículos; y sí, la historia del Cinturón de Fotones se adecua
perfectamente a este sitio del país hermano.
El fenómeno
Vamos al grano, citando el artículo.
Una banda o Cinturón de Fotones fue descubierta en el espacio exterior
en 1961, por medio de los nacientes instrumentos satelitales.
Actualmente, nos movemos hacia el Cinturón de Fotones de la estrella
Alción, el sol central de las Pléyades.
No solo que tal cosa no fue descubierta jamás, cuesta también
imaginarla, al menos para los que tenemos alguna idea de la naturaleza
del fotón. El concepto fantástico del cinturón de fotones no existe en
la ciencia. Esta gente lo describe con increíble soltura. Si fuera
cierto, sería un tema regular en cualquier ámbito astronómico.
A principios del siglo XVII, el astrónomo ser Edmund Halley, estudiando
la posición de las estrellas, notó que al menos tres de ellas no
estaban en la posición registrada por los griegos; la diferencia era
tan evidente, que hacía poco probable que los grandes maestros griegos
hubieran cometido tan grave error. Esto demuestra que nos desplazamos
dentro de la galaxia hacia la Constelación de Tauro, en una órbita
alrededor de Alción.
No se confunda el lector al leer nombres reconocidos como el de Halley,
es un recurso para aparentar seriedad. Verificar esta afirmación es
simple al consultar fuentes adecuadas, y nos encontramos con que no nos desplazamos hacia Tauro sino (y esto está muy bien establecido) hacia una zona de la constelación de Hércules (1).
¿Qué tan próximas son Hércules y Tauro? ¡Son casi opuestas! Así es, nos
alejamos de Tauro. Demasiado pronto se evidencia su carácter
pseudocientífico: arrojan información pretendidamente científica que es
falsa.
Según Paul Otto Hesse, astrónomo alemán de reconocido prestigio
mundial, quien realizó un estudio especial del sistema de las Pléyades,
ha confirmado que nuestro sol forma parte de él, llegando a la
conclusión que a nuestro "Astro Rey" le toma 24.000 años en completar
la órbita alrededor de Alción.
Cómo será su "reconocido prestigio mundial" que en el ámbito
astronómico nadie sabe quién es el tal Paul Otto Hesse. Y luego de una
ardua búsqueda, la única información que se consigue sobre el personaje
es que en 1949 escribió un libro con referencias de la Biblia y
conceptos inventados como "radiación manásica". Es imposible
dar con un solo aporte que haya hecho a la astronomía. Con respecto a
sus conclusiones, las contrastaremos con datos científicos (2):
Nuestro Sol no es parte del sistema de las Pléyades, ni orbita alrededor de las Pléyades cada 24.000 años.
Las Pléyades están a aproximadamente 125 parsecs o 407,5 años luz de
nuestro sistema solar. Un rápido cálculo demuestra que si nuestro Sol
estuviera en tal órbita, entonces su velocidad orbital sería de 0,107C
o un poco más de una décima de la velocidad de la luz. Esto equivale
aproximadamente a 32.000 Km/s. Esta velocidad se notaría, no solo para
los astrónomos, sino para todos, ya que las constelaciones cambiarían
en forma muy notable a lo largo de una vida si esto fuese cierto.
Las Pléyades son un cúmulo abierto de aproximadamente 100 estrellas con
una edad estimada en 78 millones de años. Son estrellas muy jóvenes,
mucho más que nuestro Sol, cuya edad se estima en 5 mil millones de
años, y aún mucho más jóvenes que nuestro planeta Tierra.
Prosigue:
Hesse descubrió, además, que esta gigantesca estrella tiene a su
alrededor un anillo o disco de radiación en posición transversal que
está compuesto por millones de partículas fotónicas, formando la cauda
o anillo que rodea a la estrella Alción y alrededor de la cual nuestro
sistema solar orbita -tal como lo hace la Luna en relación a nuestro
planeta-, en un tiempo total de 24.000 años. La banda de de partículas
fotónicas, es producto de la descomposición o división del electrón,
algo que hasta hoy se desconoce en la Tierra.
Hay fenómenos que fueron reconocidos en el espacio sin que puedan
producirse en la Tierra, pero debe haber una teoría consistente que
haga encajar la explicación con lo observado. En este caso solo se
menciona la "división del electrón" y eso es todo lo que hay para
sostener esta tontería.
Estas partículas fotónicas son absolutamente lumínicas, es decir, pura
luz; no existe la sombra. es luz por arriba, por abajo y por todos
lados.
¿Debemos entender que la luz que conocemos es de partículas
parcialmente lumínicas? A ver... Algo que no se está diciendo acá, y
que debería ser básico, es cómo fluye esta luz tan especial. La
luz "convencional" fluye (cada fotón) en línea recta, excepto cuando
cambia de medio (vacío, gases, agua...) o cuando el trayecto es
alterado gravitacionalmente. Cada partícula "ilumina" solo en la
dirección en que va. Para que haya luz "por todos lados", dentro de
este cinturón deberían haber fotones provenientes de todas las
direcciones. Aún así, para que pueda haber sombra basta con que haya
cosas opacas.
Al ingresar la Tierra al Cinturón de Fotones, pasará primero por un
sector denominado Zona Nula, le tomará al planeta un día. Es una breve
etapa de transición. Luego, entrará de lleno en una zona en donde la
oscuridad será total; este paso tendrá una duración de aproximadamente
tres días; en este período no existirá absolutamente nada de luz: ni
del sol, ni de las estrellas, ni del universo.
Pero veamos algunos efectos durante los 3 días de oscuridad: no habrá
luz artificial, porque no funcionará ningún tipo de energía eléctrica,
producto del hipermagnetismo existente. No podrán circular automóviles,
los aviones no volarán, los barcos a motor estarán imposibilitados de
navegar, los cohetes no podrán ser lanzados. Nada. nada funcionará,
porque no habrá ningún tipo de energía natural que conocemos, ni la que
es generada por el hombre, solo habrá oscuridad total, durante 3 días
A esto responde Clare Williams (3), astrónoma del Planetario y Observatorio de Canberra, Australia:
[...] Se dice que esta zona es un vacío de energía, carente de todo
campo electromagnético. Si existiera, esta zona nula con toda seguridad
habría sido advertida en los muchos etudios del cielo de los últimos
años sobre la Radiación de Fondo de Microondas. Esta radiación es
notable por estar distribuida en forma tan uniforme en todo el cielo.
¡La zona electromagnética nula no existe!
Las mentiras continúan así:
Posteriormente, viene otro día de transición, en donde todo se comienza
a iluminar, paulatinamente. Entraremos de lleno a un período de
luminosidad total, que durará 2.000 años. Quiero que ustedes
dimensionen la magnitud de este tiempo: es exactamente el mismo que
tiene el período cristiano. Nuestro Sistema Solar demora ese tiempo en
cruzar el anillo fotónico de Alción. tendremos luz total, las 24 horas
del día, por 2.000 años.
La banda fotónica provoca una excitación molecular, originando un tipo
de luz constante no caliente; luz sin temperatura, que no produce
sombra, de tal manera que ni en las cavernas más profundas, existirá la
oscuridad.
Qué bueno que nos ayudan a dimensionar el período de 2000 años. El
resto de las afirmaciones son por lo menos inquietantes, por ejemplo
esta insistencia en que la luz no producirá sombra. Mientras un cuerpo
opaco tenga la capacidad de absorber ciertas frecuencias de luz y
reflejar otras, como suele ocurrir en el mundo real, producirá sombra y
se calentará. La sombra no es una propiedad intrínseca de la luz, es
simplemente el área donde la luz no llega; para producir sombra basta
con bloquear la luz con algo opaco. La única manera de que no haya
sombras sería entonces que nada pueda bloquear la luz, que ésta
atraviese todo (como los neutrinos): el resultado sería que todo
tendría una transparencia absoluta, es decir, que no podríamos ver
absolutamente nada. La luz nunca llegaría a nuestros ojos por
reflexión, solo llegaría cuando miramos directamente a la fuente. Si
los fotones vienen de todas las direcciones, tendremos una visión de
pura y absoluta luz blanca (suponiendo que hay de todas las
frecuencias) a donde quiera que miremos. Como una ceguera, pero al
revés. La verdad, serían unos 2000 años de porquería.
Esto producirá, entre otras cosas, alteraciones en la fotosíntesis del
reino vegetal, generando cambios importantes en la alimentación del ser
humano, paso importante para su nueva evolución. Estos cambios también
se manifestarán en nuestro ADN. Asimismo, aumentaremos nuestra
frecuencia vibratoria; además, nuestro cuerpo físico será más sutil y
no tan denso como lo es actualmente. A nivel de conciencia, pasaremos
de la tercera a la cuarta dimensión, dejando de lado la visión
materialista y acercándonos más a la conciencia universal, terminando
el individualismo y dando paso a un ser humano más solidario.
Qué maravilla. Pero claro, estas predicciones no tienen base
científica. No hay ninguna duda, la New Age pasa totalmente por alto lo
que diga la ciencia, pero en sus locas afirmaciones pretende ser tomada
por ciencia. De hecho parece que ni saben de qué hablan: primero se
refieren a una nueva evolución y luego dicen que "también" habrá
cambios en el ADN. Pues bien, la evolución necesariamente se manifiesta
en el ADN de la especie en cuestión.
Nadie puede proponer seriamente que por una "luz especial"
evolucionaremos a una nueva dimensión y todas esas sandeces. Los
biólogos en primer lugar se preocuparían por las extinciones masivas,
empezando por las especies que necesitan de la noche, o de la visión
normal para alimentarse. Los geólogos se preocuparían por los desastres
globales resultantes de un Sol que ya no calienta, empezando por el
corte del ciclo de las lluvias, y a su debido tiempo el congelamiento
total de los océanos. Un mundo en el que nadie quiere (ni puede) vivir.
Con respecto a la llamada "conciencia universal", ninguna ciencia puede hablar sobre ella porque el concepto le es ajeno.
Conclusiones
Nos limitamos a citar las afirmaciones pseudocientíficas sin meternos
en el contenido religioso/espiritual que siempre está presente en la
New Age y no falta en este artículo. Los inventores de esta historia no
son precisamente filósofos con autoridad para juntar ciencia y
religión, temas que normalmente van por carriles independientes, pero
ya vimos que ni siquiera pueden hablar de ciencia.
Pero de la parte religiosa del asunto no quiero pasar por alto una frase: "El
cambio no depende del hombre, somos los actores principales de este
proceso, la fuerza del cambio viene desde Arriba, donde se diseñó hace
mucho tiempo." Las implicancias de esto son preocupantes, primero
porque se nos dice que somos marionetas, y luego porque se nos invita a
dejar que las cosas sucedan porque no está en nosotros producir los cambios. ¿No sería mejor ocuparnos activamente de los problemas de este mundo antes de que sea demasiado tarde?
El artículo cierra así: "La
información entregada es mucho más completa y, por motivos de espacio,
la he resumido, extractando las partes que, a mi juicio, son las más
relevantes, dejando fuera los datos y citas científicos y técnicos."
Intenté contactarme con Ricardo Concha T., responsable de la
publicación del artículo en el sitio, solicitando esta información
adicional. Pero no tuve respuesta, o se perdió en la famosa "zona nula".